Las peculiaridades de la vida de cada uno de nosotros es lo que, de cierta forma, nos hace diferir de los demás.
Dicen las malas lenguas: Uno hace lo que puede, y lo demás lo hacen sus amigos y sus circunstancias.
Muy a menudo, guiados por los medios, las sociedades o la temporada del año, intentamos estar, de cierta forma, inmiscuidos en una masa de personas y vidas que pasan sin pena ni gloria por nuestra ciudad. Tratamos de encajar en el estereotipo de ciudadano promedio y sin ningún motivo por el cual ser volteados a ver.
Somos maleados o moldeados por las circunstancias, los amigos y penosamente, por las posibilidades económicas, el rasgo físico y últimamente por la preferencia sexual, lo cual a mi parecer debería ser lo último en lo que deberíamos ser distinguidos los unos de los otros.
Debemos a mi parecer preocuparnos menos por las cosas terrenas, económicas, físicas y sexuales; y ver mas por las cosas etéreas, disfrutar de un buen poema, un buen libro, una estupenda canción, desde luego cada quien en sus diferentes gustos, para estar siempre en las nubes, sin necesidad e alguna sustancia ajena. Simplemente viviendo y sonriendo a lo eterno y a lo etéreo que hay en nuestro plano.
Dicen las malas lenguas: Uno hace lo que puede, y lo demás lo hacen sus amigos y sus circunstancias.
Muy a menudo, guiados por los medios, las sociedades o la temporada del año, intentamos estar, de cierta forma, inmiscuidos en una masa de personas y vidas que pasan sin pena ni gloria por nuestra ciudad. Tratamos de encajar en el estereotipo de ciudadano promedio y sin ningún motivo por el cual ser volteados a ver.
Somos maleados o moldeados por las circunstancias, los amigos y penosamente, por las posibilidades económicas, el rasgo físico y últimamente por la preferencia sexual, lo cual a mi parecer debería ser lo último en lo que deberíamos ser distinguidos los unos de los otros.
Debemos a mi parecer preocuparnos menos por las cosas terrenas, económicas, físicas y sexuales; y ver mas por las cosas etéreas, disfrutar de un buen poema, un buen libro, una estupenda canción, desde luego cada quien en sus diferentes gustos, para estar siempre en las nubes, sin necesidad e alguna sustancia ajena. Simplemente viviendo y sonriendo a lo eterno y a lo etéreo que hay en nuestro plano.
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