martes, 29 de marzo de 2011

Luz

Las noches en que tus brazos me envuelven, llenan mi mente de imágenes implacables que mis ojos mojados por las nubes que vamos creando con la  pasión de nuestros cuerpos, al mismo ritmo de los latidos de un solo corazón que bombea no solo la sangre sino también utópicos paisajes de color dentro de una esfera de cristal, atrapados y sin un fin. Ciclos de ti, vueltas y vueltas de sueños que eternamente brotan de tus ojos de luz, gota a gota mis ojos bañados de ti empiezan a derramar esa catarsis que viene de tus dedos de cada poro en tu piel.
La misma purificación que llega desde lo más alto en las nubes para complacer los más extraños sentidos de los hombres.
En tanto aquí estamos nosotros, al compás del sonido de las gotas que también el cielo deja caer en tiempos inescrutables y tempestuosos donde la calma no siempre esta después de la tormenta y la esperanza quizás no tenga tanta paciencia  de esperar  hasta el final para morir.
       Esa catarsis que sale desde dentro, y recorre cada centímetro, como rayos de sol que son eternos en el cielo  y que perdura por siempre en mi instinto cazador.

El ganador se lleva todo

domingo, 20 de marzo de 2011

Edvard Munch: melancolia

Soy


Escribo por mi falta de recuerdos, de no saber que pasó,
o pensar en lo que pasará y lo que debo hacer.
Lo hago siempre de mañana para no subrayar lo acabado de ocurrir
Escribo para dejar una estampa en el camino por el cual andamos,
Intento ser yo y no mi otro quien viva,  quien ría, quien ame.
Escribo para no tener ocupada mi cabeza en memorizar lo que siento,
en rememorar los tiempos de sequía o hambruna
No deseo llevar un conteo de tus besos, ni un cronometro de tus partidas,
para perderme en mi mundo, indispensable solo pluma y  papel
para sentir que no son gotas  sino letras las que caen desde alguna parte,
comas, puntos, acentos; sujetos y uno que otro complemento.
Escribo para no tener en la palabra mañana un signo de interrogación.
Escribo a fin de cuentas por no tenerte, escribo por no vivir, por no llorar.
Escribo sin pensar en mi lector, dichoso interprete de mis anhelos
Ansioso soldado de mis susurros, búho de mis noches largas.
Noches de letras, latas y sueños. Madrugadas de lunas, lunares y besos
Y tardes ausentes, inertes,  sin ti.